O: Cuando encuentres el camino mira hacia delante y un paso tras otro, sin prisa, comienza a caminarlo. Cada hoja, cada piedra, cada ramita y cada hierba cuentan. Písalas desgranando con tus plantas sus crujires y estremecimientos. Ve más lento si quieres, pero nunca te pares. Si te sobreviene el agotamiento deja caer los párpados y camina sonámbula,  el cuerpo sabe dirigirse al horizonte en tus ausencias, confía que él sabe.Y si es cuestión de viento conjuga en alto tu nombre con el verbo amar, para no escucharle. Pero no te pares.

A: ¿Por qué me dices esto?

O: Hija, quiero hacerte inmortal.   

LUNA, TÚ NUNCA ME HAS DADO NADA

   Esta noche bebo por ti, luna taimada, enemiga de hombres y, sobre todo, de mujeres, a mí nunca me has dado nada. 

Cariblanca, traidora, instigadora de suicidios, deberías estar apagada.

Años a millones de anonimato y en milenios te vuelves estrella. Sucia, polvorienta, sólo eres una roca.

Como todos pedí inocente a tu frío brillo prestado. Te has reído de todos, hetaira. Ya no te invoco. Sé muy bien que no me vas a dar lo que deseo, lo que te pedí tanto, verdad? Dímelo, te grito y luego te escupo mi desprecio. 

He descubierto el secreto de tu brillo, malvada, son los cristales de los llantos que provocas cuando prometes y traicionas. No te daré mis lágrimas, ni una sola.